Tras abandonar Washington D.C., Zelensky viajó a Londres donde se reunió el sábado con el primer ministro británico, Keir Starmer, quien lo recibió afectuosamente a las puertas del 10 de Downing Street, su oficina y residencia oficial. El domingo, Starmer organizó una reunión de emergencia de líderes europeos. El mandatario británico instó a formar una coalición de países dispuestos a apoyar a Ucrania si se alcanza un acuerdo de paz con Rusia.
Primer ministro Keir Starmer: “Vamos a organizar una coalición [de países] dispuestos a defender un acuerdo en Ucrania y a garantizar la paz. […] El Reino Unido está dispuesto a respaldar esto con tropas en el terreno y aviones en el aire, junto con otros. Europa debe hacer el trabajo pesado, pero para apoyar la paz en nuestro continente, y para tener éxito, este esfuerzo debe contar con un fuerte respaldo de Estados Unidos”.
Mientras tanto, Francia está impulsando una tregua de un mes de duración entre Rusia y Ucrania. Al tiempo que casi toda Europa está respaldando a Ucrania, el primer ministro autoritario de Hungría, Viktor Orbán, elogió a Trump y dijo: “Los hombres fuertes hacen la paz, los hombres débiles hacen la guerra. El presidente Trump defendió valientemente la paz, aunque para muchos sea difícil de digerir”.
En otras consecuencias de la reunión en la Casa Blanca, un importante proveedor noruego de combustible, Haltbakk Bunkers, anunció que suspenderá sus ventas de combustible a barcos estadounidenses. La compañía afirmó: “Hoy hemos sido testigos de un bochornoso episodio nunca antes visto protagonizado por el actual presidente de Estados Unidos y su vicepresidente”.
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