
El miércoles 2 de abril la Corte Suprema de Estados Unidos realizó una audiencia sobre un caso que podría impedir que la organización Planned Parenthood sea proveedor de salud del programa Medicaid. Desde Planned Parenthood señalan que tal medida violaría la cláusula de “libre elección de proveedor” de la Ley que regula el Medicaid, que establece que los usuarios del programa tienen derecho a elegir sus propios proveedores de atención médica. La ley federal ya prohíbe que Medicaid financie abortos en la mayoría de los casos. Sin embargo, a raíz de este juicio, iniciado por el estado de Carolina del Sur, podría verse afectada la cobertura médica de personas de bajos ingresos que recurren a Planned Parenthood para una variedad de servicios, que no están vinculados con el aborto, como análisis para la detección del cáncer o exámenes físicos completos. “Fue difícil para Carolina del Sur demostrar que tenía derecho a quitarle la dignidad a los pacientes que eligen ir a Planned Parenthood”, dice Alexis McGill Johnson, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood Federation of America.
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